TENTACIONES PERDIDAS
pour le Nena, c'est ce chemin elleBOCA
Es el aliento lejano y tímido que sale de tu boca,
del orificio pequeño,
Donde se congregan mariposas y abejas a beberte,
a saberte agradable,
Por ahí, escapa tu alma,
y por ahí succionan tus salivas sagradas los peces,
siembran sus frutos los picaflores,
y lo cosechan los sedientos y los hambrientos.
Por eso, reclamo con un grito torpe, mi parte,
Reclamo la región más húmeda de tu boca,
Por eso concentro ahí el perfume natural de la soledad,
Hago una mezcla rara con nuestras sustancias rezagadas.
Atropello dientes y molares e incisivos,
caigo entre tu paladar,
Me demoro en asfixiarme,
Ahogo todo ser inmundo que resaca tu boca,
Toco tu lengua en posición pasiva,
Recta, horizontal, oblicua.
Y la lucha es una lucha entre dos titanes que fluyen
Desprovistos de armas, mas no con fuerzas
Que hace que destruyamos nuestras cavernas con violentos diluvios.
LABIOS
Porque tus labios florecen como rosas,
despampanantes, densas y frías;
Quiero establecer mi reino en ellos,
Desechar la posibilidad de compartir aquellas zonas,
Donde lustros atrás ya fueron tocados,
Ya fueron bendecidos,
Pero nunca antes profanados, vejados, injuriados
Arrancados de su lugar hacia una obscena pasión,
Hacia cualquier pantanoso mundo
Del cual me hundo cuando la veo besar a cualquiera.
Porque tus labios convocan al universo entero,
Haciéndolos una vía extensa,
Una dimensión escondida para el ciego,
Quiero echar mi veneno en ellos,
pues de seguro que nacerá algún ser rastrero que construya muertos
Y desarme a los que tienen vida.
PINTALABIOSSiempre teñido de rojo, cuando me aproximo
Y pego los vientos atravesados por sables y cadenas,
Que pareciera que el condenado está situado en una celda sagrada
Del cual no puede ni quiere salir.
Resbala por la vaselina que agrandan tus labios
Y las vuelven locamente tentadoras.
Sádica condena, tortuoso camino;
El color de la sangre marca el territorio conquistado
Por tu insípida batalla campal.
Los vencidos llegan a tu puerta mujer,
A reclamarte una parte de tu piedad,
Y volverse gloriosos después de tocar ansiosos tu boca.
Después de todo esto,
Llego yo a tomar el último bastión de mi pasión,
Con la furia de la naturaleza,
Que me invita nuevamente a dominarte
Sobre todas la bestias…
VICTOR VAN AMADEUS